domingo, 8 de junio de 2014

¡ VEN SANTO ESPIRITU !


Papa Francisco : "El Espíritu Santo nos enseña el camino; nos recuerda y nos explica las palabras de Jesús; nos hace orar y decir Padre a Dios, nos hace hablar a los hombres en el diálogo fraterno y en la profecía.El día de Pentecostés, cuando los discípulos «quedaron llenos de Espíritu Santo», fue el bautismo de la Iglesia, que nació “en salida”, en “partida” para anunciar a todos la Buena Noticia. Jesús fue perentorio con los Apóstoles: no debían alejarse de Jerusalén antes de haber recibido desde lo alto la fuerza del Espíritu Santo (cfr Hech 1,4.8). Sin Él no existe la misión, no hay evangelización. Por esto con toda la Iglesia invocamos: ¡Ven, Santo Espíritu!"



jueves, 22 de mayo de 2014

Evangelii gaudium (La alegría del evangelio)

A los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a los fieles laicos

sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual

Con fecha de 24 de noviembre de 2013, el papa Francisco ha publicado la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La alegría del evangelio), un texto considerado como la guía de su pontificado.
Clic en la imagen para descargar el texto en PDF.

-

"Ten caridad, predica la verdad" el lema del nuevo Obispo de la Prelatura

Fragmento del discurso pronunciado por Monseñor José Demetrio Jimenez al momento de asumir su apostolado.-

Monseñor José Demetrio Jimenez

      "Gracias por el pueblo de Dios al que pertenezco, por la Iglesia que me sostiene, por la gente que me acompaña, enseña y alienta, que me quiere más de lo que merezco, generosos conmigo más que yo mismo… No he sido obispo hasta ahora: me corresponde aprender. Les pido que me ayuden a serlo. Gracias por llevar una vida excepcionalmente normal, con luces y sombras, con oportunidades sin fin… Porque hoy continúa siendo un punto de partida y no he llegado aún a la meta. Gracias también por tener a Francisco como Papa, don de Dios a la Iglesia Universal desde Argentina. Gracias igualmente por haber sido invitado a vivir como obispo su compromiso eclesial. Gracias, en fin, porque sigo caminando. Y me queda el día a día, lo extraordinario de lo cotidiano, la belleza de lo sencillo, la eternidad de cada instante, el consejo de san Agustín: «sé grande en las cosas grandes, pero no seas pequeño en las pequeñas» (Sermón 213, 1). «La vida me han prestao y tengo que devolverla, cuando el Creador me llame para la entrega», canta la chacarera. Gracias, pues, por la vida, «que me ha dado tanto» (parafraseando la afamada canción de Violeta Parra): los ojos y los oídos, los pies y el corazón, la risa y el llanto. Los mejores materiales para hacer un bello canto. Quiera Dios que lo componga cada día de mi vida y que pueda devolver a la Prelatura algo de tanto como ya me dio. Un saludo, pues, a todo el pueblo Calchaquí: A quienes pertenecen a la Iglesia Católica. A los hermanos de otras religiones, confesiones cristianas y movimientos religiosos. A las comunidades indígenas, desde las que muchas personas comparten nuestra fe y cuya existencia nos enriquece. A quienes piensan distinto, a quienes son de otra visión de la vida, a quienes discrepan. A los ancianos y los enfermos, a los niños, adolescentes y jóvenes, a quienes no tienen lo suficiente para el desempeño de una vida digna, a los que son presa de las adicciones, a quienes apenas llegan a fin de mes con sus recursos, a los movimientos sociales, a quienes con emprendimientos sustentables y empresas honestas procuran trabajo digno a nuestra gente. A las autoridades civiles (locales, provinciales, regionales, nacionales) que desempeñan con honradez el mandato popular de servir al bien común. Y propongo: Que continuemos cuidando con esmero la vida que se nos ha concedido en este Valle: generoso en sus gentes, hermoso en sus paisajes, rico en su diversidad. Que no olvidemos nuestras tradiciones, tan autóctonas como transidas de fe, tan unidas al valor de la familia, el cuidado de los niños, el respeto de los ancianos. Que reconozcamos cómo la más grande riqueza de nuestros valles y cerros está en su gente, con sus sembradíos y animales, las plantas y las vertientes de agua, los antigales y los corrales, sus casas y el azul del cielo… no tanto en los metales que custodia en su entraña la Madre Tierra. Y estos –lo digo con todo respeto- no deben ser sacados de cualquier manera ni a cualquier costo, porque la vida tiene valor, no precio, y es tan digna que no debe cotizarse en ninguna Bolsa ni City del mundo. Que procuremos bajo la responsabilidad de las autoridades pertinentes el establecimiento de proyectos agropecuarios sustentables para el cultivo de nuestras tierras, el cuidado de nuestros ganados, el respeto de la naturaleza, el sustento de nuestra gente con su propio trabajo. Que no permitamos –con la responsabilidad que compete a gobernantes y legisladores, a la Justicia y los Cuerpos de Seguridad del Estado- que la «mala hierba» de la droga continúe difundiéndose entre nosotros, ni que su tráfico circule por nuestras rutas vallistas y sendas serranas desarmando la vida de adolescentes y jóvenes, de familias enteras, de nuestro pueblo… convirtiéndose, además, en seducción para el dinero fácil."

martes, 29 de abril de 2014

COMO DEBEMOS SER

 FRANCISCO EXPLICA LAS  CARACTERÍSTICAS QUE DEBEN TENER NUESTRAS COMUNIDADES CRISTIANAS



Toda comunidad cristiana debería confrontar su propia vida con la que animaba a la primera Iglesia y verificar su propia capacidad de vivir en armonía, de dar testimonio de la Resurrección de Cristo y de asistir a los pobres. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

El Papa se detuvo en las tres características de la primera comunidad cristiana tal como aparece descrita en los Hechos de los Apóstoles: capaz de plena concordia en su interior, de dar testimonio de Cristo hacia fuera, y de impedir que sus miembros padecieran la miseria: las “tres peculiaridades del pueblo renacido desde lo Alto”, del Espíritu, que da vida al primer núcleo de los “nuevos cristianos”:

“‘Tenían un solo corazón y una sola alma’. La paz. Una comunidad en paz. Esto significa que en aquella comunidad no había lugar para los chismes, para las envidias, para las calumnias, para las difamaciones. Paz. Y perdón: ‘El amor lo cubría todo’". 

"Para calificar a una comunidad cristiana -continuó el Papa-, debemos preguntarnos cómo es la actitud de los cristianos. ¿Son mansos, humildes? En esa comunidad, ¿hay peleas entre ellos por el poder? ¿Peleas de envidia? ¿Hay chismes?". Si los hay, "no están por el camino de Jesucristo". "Esta característica es muy importante, muy importante, porque el demonio trata de dividirnos siempre. Es el padre de la división”.

No es que faltaran los problemas en aquella primera comunidad. De hecho, el Papa Francisco recordó “las luchas internas, las luchas doctrinales, las luchas de poder” que también aparecieron más adelante. Por ejemplo, dijo, cuando las viudas se lamentaron de no ser asistidas bien por los Apóstoles, por lo que “debieron hacer diáconos”. Sin embargo, aquel “momento fuerte” del inicio fija para siempre la esencia de la comunidad nacida del Espíritu. 

En segundo lugar, se trataba de una comunidad de testigos de la fe. Nuestra comunidad de hoy, preguntó el Papa Francisco, “¿Es una comunidad que da testimonio de la resurrección de Jesucristo? Esta parroquia, esta comunidad, esta diócesis, ¿cree verdaderamente que Jesucristo ha resucitado? O dice: ‘Sí, ha resucitado, pero de esta parte’, porque lo cree con el corazón lejos de esta fuerza. Debemos dar testimonio de que Jesús está vivo, está entre nosotros. Y así se puede verificar cómo va una comunidad”.

La tercera característica sobre la cual verificar cómo va la vida de una comunidad cristiana está relacionada con “los pobres”. Y aquí el Papa Francisco distinguió dos puntos: “Primero: ¿Cómo es tu actitud o la actitud de esta comunidad con los pobres? Y segundo: Esta comunidad ¿es pobre? ¿Pobre de corazón, pobre de espíritu? ¿O pone su confianza en las riquezas? ¿En el poder?".

"Armonía, testimonio, pobreza y atender a los pobres. Y esto es lo que Jesús explicaba a Nicodemo: este nacer desde lo Alto. Porque el único que puede hacer esto es el Espíritu. Esta es obra del Espíritu. A la Iglesia la hace el Espíritu. El Espíritu hace la unidad. El Espíritu te impulsa hacia el testimonio. El Espíritu te hace pobre, porque Él es la riqueza y hace que tú te ocupes de los pobres”.

“Que el Espíritu Santo – concluyó Francisco – nos ayude a caminar por este camino de renacidos por la fuerza del Bautismo”.( News.va Español)



domingo, 27 de abril de 2014

Francisco proclamó santos a Juan Pablo II y Juan XXIII


ROMA.- ( La Nación) En una ceremonia nunca antes vista en la historia de la Iglesia, en un Vaticano invadido por un millón de peregrinos de todo el mundo, la gran mayoría polacos, dos papas querídosJuan XXIII y Juan Pablo II, fueron declarados hoy santos por el papa Francisco, ante la presencia aplaudidísima de Benedicto XVI, papa emérito.
Joseph Ratzinger, que recibió un fuerte aplauso cuando fue saludado por su sucesor con un abrazo-señal de que se concretaba la histórica jornada de "los cuatro papas"-, concelebró la misa solemne junto a 150 cardenales y 700 obispos.
En su sermón y luego de haber elevado al honor de los altares a sus dos predecesores tras leer una fórmula en latín, Francisco explicó el significado de la doble canonización.

"Los santos Juan XXIII y Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús", dijo. "Fueron dos hombres valientes, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia", agregó.